El modelo rizomático propuesto por Deleuze y Guattari,
supone no solo un viraje epistemológico sino también revelarse a las formas de
opresión de la vida.
SUBJETIVACIÓN. EL SUJETO SUJETADO DE
LA SOCIEDAD ACTUAL Y EL PROBLEMA DEL APRENDIZAJE.
Patricia Ibarrondo.
Resumen.
Esta breve reflexión apuntará principalmente a la
cuestión del sujeto sujetado en la sociedad actual, en un contexto social histórico
signado por el sistema capitalista neoliberal en el que la ética moderna deja
paso a la ética posmoderna. En el entendido de que está última ya no “se cree”,
y está desprovista de la ilusión de la modernidad, por lo cual se asume que los
mecanismos de liberación del sujeto, están replanteados.
Tomaremos como guías para
pensar, aportes de José Luis Rebellato, su Ética de la Liberación y una
entrevista realizada en el año 2006 a Suely Rolnik, asimismo, son orientadores,
el pensamiento del filósofo Gilles Deleuze y en parte la teoría de Anthony Giddens
y de Zigmunt Bauman.
Palabras
claves: Modernidad. Posmodernidad. Sujeto. Intersubjetividad.
EL
CONTEXTO DEL SUJETO
Coincidimos con Rebellato respecto de que la reflexión y el análisis
deben ser situados, contextualizando en la realidad social histórica, así como
también con la observación que el autor realiza sobre el abordaje de la idea de
práctica social. Resulta impreciso
hablar de práctica social en singular, es más justo hablar de prácticas
sociales (en plural), en el reconocimiento de
la existencia de las diversas prácticas encaminadas al cambio y a la
transformación social, sobre todo
pensando en América Latina.
En virtud del situarse,
entendemos que el contexto social actual se enmarca en el capitalismo
neoliberal quien lleva la voz cantante en materia de generar significados y
crear subjetividades. Según Rebellato esta realidad genera una contradicción
fundamental entre el capital y la vida, a su vez cree que el sistema
capitalista y la ideología neoliberal que lo sustenta son incompatibles con la
democracia, la que involuciona, según el autor (2000:21).
Rebellato hace referencia a
la ética posmoderna como una ética débil y del desencanto, coincidimos en que
la actualidad se caracteriza por el desencanto, la posmodernidad supone asumir
que los ideales de la modernidad sucumbieron ante la fuerza e imposición del
capitalismo. Hoy asistimos al desencanto ciudadano frente a las democracias que
no son tales, campea la cultura de la desesperanza. Esto se explica porque el
enemigo no está visible, ha asumido las formas nómades, propias quizás de sectores
sociales de otrora. Dice Suely Rolnik:
En las
sociedades disciplinarias, en los movimientos de los 70, teníamos todavía la
idea de que hay un afuera del sistema donde cabían nuestras utopías. Hoy no hay
afuera en lo que estamos haciendo, sino que todo pasa en inmanencia y esa
potencia puede ser construida en muchas direcciones; entonces las resistencias
no se dan contra las elites nacionales desde una utopía que estaría afuera.
Las actuales sociedades, llamadas de
“control”, por autores como Deleuze,
responden a la mutación del capitalismo industrial moderno al capitalismo
financiero e informacional; en las cuales los sujetos están sujetados, son
sujetados, por ejemplo por las máquinas informacionales. No hay una afuera
visible, el afuera está dentro y viceversa.
Las generaciones de los años 60 y 70 del siglo XX,
tenían enemigos visibles contra quienes dirigían su lucha, en la actualidad eso
ya no es posible. Es sabido que actores sociales y políticos trascendentes de
aquellas épocas, hoy niegan esa posibilidad de lucha y resistencia, es entonces
cuando nos preguntamos por el sujeto revolucionario. Tal vez ha muerto.
Desde la Sociología autores que prefieren hablar de
Modernidad radical o tardía en lugar de Posmodernidad, también asumen la
influencia del capitalismo y de sus instituciones, es el caso de Giddens quien
a través de la expresión JUGGERNAUT,
refiere a fuerzas irrefrenables que en su avance aplasta y destruye todo
aquello que se interpone a su paso.
LA
PROPUESTA ÉTICA MODERNA
La propuesta de Rebellato
sobre la apuesta a la dignidad como base para una ética de liberación y autonomía,
nos parece bien, pero insuficiente. Entendemos el planteo del autor demasiado
ligado a los ideales de la modernidad. Aunque pueda ser catalogado de ética de
desencanto, pensamos que las ideas de liberación y autonomía, típica de las
reivindicaciones de los años sesenta, han muerto o por lo menos están en un
estado “zombie”. Es por eso que no creemos en la posibilidad de liberación de
ese sujeto en la era posmoderna, o en el mejor de los casos, no por los caminos
impulsados por los ideales de la modernidad.
La sociedad se caracteriza por las
instituciones perimidas materialmente, pero que desde lo formal siguen en pie, anunciando,
estableciendo lineamientos para la vida.
Giddens, en su caracterización de la sociedad reconoce la
existencia de una “algo externo” a los sujetos, (motor, machine), cuyo poder
sobre pasa la voluntad humana, de modo errático e imprevisible, desagradable y
agradable a veces. Según el autor, el impedimento para controlar esta máquina,
son las instituciones creadas en la baja modernidad. Mientras ellas duren no
podremos sentirnos seguros, porque el terreno por el que corre está plagado de
riesgos lo que genera inseguridad. La gran pregunta que se nos ocurre es ¿cómo nos
posicionamos frente a la idea de transformación social? ¿En qué posición quedan
los sistemas educativos en tanto instituciones de la modernidad?
El proyecto moderno ha fracasado y el desencanto está dado, por un lado por las
fallas que el sistema y los sistemas han demostrado, y por otro lado por el
incremento dela reflexividad. Lo cual
genera un miedo atroz, inseguridad y desconfianza, según Giddens.
La patología social,
deviene, entonces del mantenimiento de estas instituciones zombies que
continúan prometiendo, lo improbable. El
“mito” - según Suely Rolnik - del
sistema actual consiste en una promesa imposible de paraíso, que se convierte
en una enfermedad, y que explica incluso la delincuencia.
PROPOSICIÓN POSMODERNA PARA LA
CONSTRUCCIÓN DE LOS PROCESOS DE SUBJETIVACIÓN
Así estando las cosas, tal
vez sea necesario reivindicar las ideas de “sustracción”, por un lado, así como la idea de la
“fragilidad”. En el primer caso, es decir la sustracción, en tanto “un éxodo que permita hacer las cosas de otra
manera” (SR), desde ese lugar las alternativas son variadas, múltiples, pero
queremos quedarnos con la idea deluziana de la CREACIÓN. Uno no crea porque es
lindo, o quiere ser famoso, crea porque está forzado (Gilles Deleuze apud Suely
Rolnik).
La idea de fragilidad planteada por Rolnik
establece, que cada uno de nosotros es
atravesado por una infinidad de fuerzas muy variables: esto hace entrar en
crisis a la subjetividad mucho más frecuentemente porque las referencias se
vuelven precarias y volátiles. Uno se ve así fragilizado.
De hecho la propuesta rizomática de Deleuze y
Guattari, pensamos reflejan esa idea de fragilidad, frente al pretendido
enraizado sólido y profundo de la concepción moderna. Y es en la fragilidad
donde el sujeto se ve obligado a crear. La fragilidad así entendida no
constituye patología, puede ser la oportunidad de crear nuevas formas, nuevas
maneras.
Es aquí donde volteamos la mirada al ámbito
escolar, la enseñanza, las enseñanzas y los aprendizajes, que son diversos y
múltiples, rizomáticos, por más que el
ideal moderno pretenda uniformizar. En el contexto planteado, queremos creer que
la Educación es generadora de reflexión y la reflexividad es clave para la
creación. Es en la idea de reflexividad donde la educación
cobra sentido. Las interrogantes serían: ¿la escuela permite crear? ¿En sí
misma y en su interior, constituye y se encuentran las referencias que buscan
los sujetos?
Entendemos que crear es
parte del proceso de subjetivación porque permite la construcción misma del
sujeto. En una realidad social histórica, así
planteada, coincidimos con Deleuze cuando dice que tales procesos no cuentan sino en la medida en que escapen a la
vez de los saberes constituidos y de los poderes dominantes.
Ahora bien, la escuela y los profesores no deberíamos perder de
vista que tales procesos de subjetivación y por ende de construcción del
sujeto, están ligados a una unidad microscópica denominada “intersubjetividad”.
La intersubjetividad se constituye así como la condicionante de la
subjetivación. ¿Qué imagen tiene el sujeto-estudiante de sí mismo, de quién
está siendo, de cómo está aprendiendo? ¿Cómo incidimos, los profesores, en la
construcción de esas imágenes? ¿Qué papel juega toda otredad en la construcción
de esa subjetividad, de ese sujeto? ¿Cómo buscará el sujeto liberarse de
vínculos alienantes? Todo ello en un proceso que es consciente pero que también
es inconsciente.
Melo, 25 de junio de 2014
BIBLIOGRAFÍA
DELEUZE
Gilles.
Conversaciones 1972-1990. Traducción J. L. Pardo. 1996. Editorial e.
DELEUZE Gilles. Entrevista con Toni
Negri.1990. http://www.ddooss.org/articulos/entrevistas/Deleuze_Toni_Negri.htm. (Consultado el
24/6/2014).
REBELLATO José Luis. Ética de la liberación.
Ed. Nordan. Montevideo.
RITZER
George. Teoría Sociológica Moderna.Editorial .MC Graw Hill. 5ª edición. España
2003
ROLNIK
Suely. Entrevista. http://www.lavaca.org/notas/entrevista-a-suely-rolnik/.2006 .
(Consultado 25/6/2014)